jueves, diciembre 08, 2005

Crisis económicas, dolor de cabeza para los que están en el poder.



Los grandes quiebres políticos históricos han sido precedidos por una crisis económica. Esto de debe a que cuando el pueblo tiene hambre sale a las calles a protestar y pedir la cabeza de quien esté en el poder
La revolución Francesa, la caída del zarismo en Rusia, llevando a Stalin al poder y el ascenso de Adolf Hitler, debido a la depresión de 1929 sufrida por EE.UU son algunos de los mejores ejemplos que refleja esta situación.
Chile no está ajeno a esto y el gobierno militar de Augusto Pinochet va a vivir las dos caras de la moneda. Primero el llamado y luego la despedida.
El gobierno de Salvador Allende sufría una gran crisis económica interna. Las industrias chilenas estaban estancadas, la inflación por las nubes y el ambiente estaba completamente polarizado, debido a que no habían productos y las filas para conseguir alimentos eran eternas. A esta situación aparece como diagnóstico de orden la junta militar de 1973. Es acá donde va a transformarse en el gran líder Augusto Pinochet, al mando de un gobierno que duró 16 años.
Siendo una crisis económica la que lo llevó al poder, va a ser una misma situación la que le va a quitar el respaldo y que se va a reflejar en el plebiscito de 1988. La crisis económica de 1982, producida por el petróleo y el cambio fijo de dólar en Chile, va a generar protestas y apertura para que se reagrupe la oposición, hasta ese momento perseguida y asesinada.
Pero ¿Cómo sucede esto? ¿Cuánto cambió el panorama Cívico-Militar? Y ¿Qué consecuencias generó con miras a la caída del gobierno militar? Son las respuestas que se lograrán aclarar.

Panorama en general de las relaciones cívico-militar, durante el gobierno de Augusto Pinochet


El once de Septiembre de 1973 es uno de los días más significativos de la historia de Chile. Luego de una crisis económica reinante en nuestro país y el ambiente polarizado que se vivía en las calles, una junta militar toma el poder de Chile. Las cuatro ramas castrenses integran ésta. Augusto Pinochet, Comandante en jefe del Ejército, José Toribio Merino, Comandante en jefe de la Armada, Gustavo Leigh, Comandante en jefe de la Fuerza Aérea y Cesar Mendoza, Director General de Carabineros, asumen el mando de la nación.
En un comienzo, se pensó que todas las decisiones iban a ser tomadas en conjunto, pero de a poco la figura de Augusto Pinochet comienza a sobre salir del resto. Se va a convertir en el gran líder de ejército, asumiendo el poder y consumando los gobiernos más prolongados en la historia de Chile. La duración de este gobierno, se deba notablemente a la habilidad que tiene Augusto Pinochet para mantener a las fuerzas armadas bajo su mando y las sociedades que creó con los civiles.
El apoyo más importante es el de los militares y esto se debe a diferentes razones. Lo primero es que los militares son de clase media, por lo que siempre han visto con resentimiento a la elite política, la que culpan de lo que está sucediendo en el país. Lo segundo es que los militares se destacan por ser adoctrinados y jerarquizados, lo que le da orden y estabilidad al mandato de Pinochet. , Lo tercero, y más importante, es que les da acceso a los ámbitos civiles, lo que les da participación administrativa, generando un sentimiento de “su” gobierno para las diferentes ramas castrenses. Además, apelaban al tema de seguridad nacional, promovido por Estados Unidos, lo que mantendrá a las FF.AA. bajo el mandato de Pinochet. El único incidente que tuvo este gobierno con las ramas castrenses, es la oposición de Gustavo Leigh, pero el problema se iba a resolver con la salida de éste, al ver que no tenía apoyo ni de la Armada ni de Carabineros.
Luego vienen las alianzas que contrae con los civiles. Augusto Pinochet no quiere nada con la política, por lo que tiene a juntarse con grupos apolíticos. Además, disolvió a todas las oposiciones políticas, cerrando los partidos, persiguiendo a los integrantes del partido Socialista y Comunista, censurando la prensa, poniendo toques de queda y cerrando el congreso. Se unió específicamente con dos grupos. Los primeros le darán un proyecto a realizar en el ámbito político que serán los Gremialistas, cuyo icono fue Jaime Guzmán, donde destaca la constitución del año 80´. Los otros son los Chicago Boys, que instaurarán una economía Neoliberal, donde destacan Hernán Büchi y Sergio De Castro.
Gracias a esto, Pinochet puede mantener estabilidad dentro de su gobierno. Primero instaura un gobierno completamente autoritario sobre el ámbito civil, donde las posibilidades de participación eran nulas y los plebiscitos no tenían un colegio electoral que fundara las votaciones.
Las participaciones cívicas en los primeros años son casi nulas. Esto por la fuerte represión que existe dentro del país. Los partidos son perseguidos constantemente por la DINA, policía secreta de Augusto Pinochet. Además, en el ámbito económico había grandes avances, lo que mantenía al pueblo contento. Todo esto va a cambiar con la depresión económica que vivió el país en 1982. No sólo hay grandes problemas financieros, sino que acá se comienza a crear una apertura para el ámbito cívico. Muchas son las organizaciones que se vuelven a reagrupar (sindicatos, partidos) y, además, la oposición se vuelve a reorganizar con los Socialistas renovados y la Democracia Cristiana más flexible. Además, disminuyó la censura, por lo que se pudo generar mayores propagandas en contra del gobierno. Así, Hernán Büchi, para el año 1985 logra estabilizar la economía del país, pero las heridas están abiertas y la oposición gana terreno a pasos agigantados, lo que se va a reflejar en la victoria del NO en el plebiscito de 1988.

martes, noviembre 29, 2005

Relación Cívico- Militar




Cabe destacar, que para comprender lo extenso que fue el gobierno del General Augusto Pinochet, en Chile, se tiene que poner atención en su maniobrabilidad política. Son las sociedades que hace con civiles y un estricto apoyo por parte de los militares, lo que le da una estabilidad a un gobierno que tuvo que sufrir una de sus peores crisis en el año 82´, debido a la inestabilidad económica que afectaba el país.
Hay que tomar en cuenta, que los militares ven en un gobierno militar, su posibilidad tantas veces negadas de alcanzar una elite social, prohibida por sus orígenes de clase media. Pinochet les da la posibilidad de optar a cargos administrativos, lo que les da una sensación de “su” gobierno. Es entendible entonces que los castrenses hayan juntado filas y jurado lealtad, salvo el retiro de Leigh de la junta militar, durante todo el largo período que duró la dictadura militar.
Aún así, Augusto Pinochet tenía la certeza de que no podría gobernar sin proyecto que lo consolide. Esto lo obliga a unirse junto a dos grupos civiles apolíticos. En el ámbito institucional, se alía a los gremialistas. Estos estaban encabezados por Jaime Guzmán y son un grupo de estudiantes de derecha provenientes de la Universidad Católica que ven muy alicaída la situación de los partidos más conservadores y quieren una evolución a la democracia más lenta, con el fin de sacar por fin del pueblo las utopías socialistas y marxistas. Ellos son los encargados de crear la constitución del 80´ que fue aprobada mediante un plebiscito, sin registros electorales. Con esto, el gobierno militar logra el apoyo político necesario y Pinochet genera equilibrio a través de un gobierno autoritario con censura de prensa, estado de sitio, toque de queda, exilio de gente y represión en las calles.
Con todo esto no se puede lograr concretar un gobierno, por lo que se recurre a los denominados “Chicago Boys”, los que serán los encargados de establecer una economía neoliberal, algo inédito y que buscaba sacar a Chile del estancamiento económico. Esto es lo que parece ser el mayor legado del gobierno militar. Las ideas de privatizar en vez de estatizar, bajar la inflación y mantener el gasto público positivo, dan frutos dentro de la economía. Ha esto se le denominó economía de shock, la que fue sometida por Sergio de Castro. En un comienzo, trajo grandes beneficios al país, pero un error cambia todo dentro de la economía. En el año 1982, una crisis del petróleo afecta al mundo y la idea de mantener el cambio fijo del dólar, va a motivar que muchas personas en Chile caigan en quiebra. Esto generó descontento en las calles y el gobierno de Augusto Pinochet se comenzó a desestabilizar, por una crisis que dejó bastantes huellas marcadas y debilitó la imagen del gobierno. Esto quizás fue una de las causas más relevantes del desgaste de la dictadura militar, porque acá se produce el primer quiebre entre civiles y militares.

Crisis Económica de 1982


Una economía pujante, debido a factores nuevos, como la economía de SOC Neoliberal impuesta por Sergio de Castro y los Chicago Boys, da la sensación de que el país avanza. Todos felices con el gobierno, pero el panorama va a cambiar en 180° para el año 1982.
Una crisis económica se avecina y será la más complicada que deberá sortear el gobierno militar. Es acá donde va a desestabilizarse por primera vez la imagen de Pinochet y el pueblo sale a las calles a demostrar su molestia.
La crisis de 1982 se debió a distintos factores externos, los que fueron sumados a una mala situación interna. Esto generó que la economía chilena se viera en una situación extremadamente compleja, sin crédito externo, con bajos ingresos y grandes dificultades para apaliar su deuda externa.
Los orígenes de esta deuda nacen en 1974, con el “Boom” del petróleo. Los países del medio oriente dieron grandes excedentes a la economía internacional, lo que llevó a que la tasa de interés internacional bajara y el país fuera adquiriendo préstamos y se endeudara para apaliar problemas internos. Era una medida transitoria, pero que el gobierno no lo vio así. No hay un plan claro para poder apaliar estas deudas que se están adquiriendo y menos un respaldo en caso de crisis y eso va a quedar en evidencia. Además, el gobierno aumenta su gasto público de manera que proteja la industria chilena. Esto de a poco va a generar más y más deudas y el ajuste debido al aumento de la tasa de interés y las devaluaciones que va a sufrir el dólar va a ser catastrófica.
En el ámbito externo, el aumento de la tasa de interés, genera grandes problemas para poder pagar los compromisos que había adquirido el gobierno, con tal de apaliar la deuda. Hay una fuerte disminución en la posibilidad de contraer un crédito externo, lo que no da una entrada para poder apaliar en forma inmediata la crisis. Había un deterioro de un 23% en los intercambios, lo que generaba bajos ingresos para el país. Esto llevaba a que Chile estuviera acorralado y sumergido en la crisis. Además, cabe destacar la situación interna, la liberación radical que había sufrido el mercado interno y que no tenía una gran regularización, lleva a que 810 empresas se declaren en quiebra y que la tasa de inversión industrial chilena sea la más baja de Latinoamérica.
Como consecuencias, la crisis del 82´ provocó una caída del Producto Interno Bruto de un 16,4%, aumento la cesantía a más de un 30% en el año 1983, las reservas internacionales disminuyeron rápidamente por el tipo de cambio fijo y las exportaciones disminuyeron, tanto así que la deuda externa la duplicaba.
Las medidas eran complicadas y la situación se tornaba difícil. En 1983, miles de personas salen a las calles a protestar y a pedir que acabe la dictadura. Los civiles se comienzan a impacientar con el gobierno. Comienzan las huelgas y la oposición se reestructura nuevamente a nivel nacional. Todos los opositores al gobierno juntan fuerzas para hacer presión a Augusto Pinochet.

Medidas del gobierno en contra de la crisis



La crisis económica llegaba a todos los ámbitos de la sociedad. La situación era compleja y las necesidades de tomar medidas urgentes era necesaria. Las protestas siguen aumentando y con esto también la represión. Augusto Pinochet está en una situación compleja, donde Chile está sumergido en una profunda crisis que hace tambalear su gobierno.
Uno de los más perjudicados fue el ministro de hacienda Sergio De Castro y comienza a nacer una figura fuerte política que será Hernan Büchi en su reemplazo. Este va a ser el encargado de volver a estabilizar la economía y además crear bastantes cosas nuevas que se mantienen hoy en la actualidad, entre las que destaca la creación de un nuevo código del trabajo, la creación de las AFP y las Isapres. El cambio fijo instaurado por el antiguo ministro de Hacienda, es cambiado por uno fijo, lo que más adelante generará importantes devaluaciones, pero ayudará a estabilizar un poco la situación.
El Banco Central salió al rescate de la banca privada, que estaba sumergida y muchas fueron las empresas que quebraron a manos de esta crisis. Las acciones apuntaban principalmente a la reestructuración de la deuda privada, la que fue financiada por este mismo banco y que le costó aún más endeudamiento. Además, se implementó un plan de ayuda para poder costear las deudas de las empresas en moneda extranjera, debido a la constante devaluación que sufría el dinero chileno.
Otra medida importante del banco central fue comprar la cartera mala de los bancos comerciales, con el fin de cambiar el rumbo de sus deudas hacia este banco, la que sería pagada con utilidades futuras. Cabe destacar que alrededor de veinte bancos quebraron durante esta época, por lo que aquellos que habían adquirido su privatización volvían a manos del estado. Con respecto a lo mismo, en el año 1986, se crea una nueva ley de bancos, la que buscó poder mantener mejor regulación, mayor supervisión y restricciones a la hora de los préstamos.
Pero en otros sectores productivos la situación era compleja. En especial, el ámbito privado no pudo manejar bien los constantes cambios, que por un lado tenían la disminución de los ingresos y la imposibilidad de pedir créditos internacionales, y por otro la pérdida de la capacidad competitiva. La explosiva privatización del gobierno de Pinochet había generado empresas que se vieron constantemente pidiendo subsidios, lo que generó un amplio endeudamiento y veían cómo sus productos se iban a en picada a suelo.
La economía de recuperación impuesta por Hernán Büchi, buscaba reprivatizar rápidamente, achicar el estado para volver al superávit y apaliar el déficit fiscal y disminuir la tasa de desempleos. Además, optar por reformas microeconómicas que ayudaran a la eficiencia de la empresa chilena.
Augusto Pinochet se preocupa. La sociedad civil está renaciendo y cada día tiene que pelear contra más huelgas y una oposición clandestina que busca volver a la democracia.

Renacimiento de la oposición gracias a la crisis económica




La gran oposición que hay en contra de Pinochet renace gracias a la crisis de 1982. Luego del golpe militar, los partidos Socialistas y Comunistas fueron perseguidos, asesinados o exiliados. La DINA, policía secreta del gobierno, no descansó hasta perseguir a todo aquel que fuera opositor al gobierno. Esto los llevó a desintegrarse y desaparecer del ámbito político chileno. Además, la Democracia Cristiana, quien apoyó en un principio el golpe, tenía la idea de volver a la democracia, por lo que también fue sacado del ámbito político. Esta situación los llevó a juntarse en ONG (Organizaciones No Gubernamentales).
El gobierno de Pinochet se llevaba a cabo en plena tranquilidad hacia el año 1982. La economía estaba bien y además recibía el apoyo de una derecha más unida que nunca en torno a los gremialistas. No existía oposición y ante cualquier problema la represión aparecía como un buen método para acallar las crisis. La censura de prensa estaba más presente, lo que no dejaba ninguna posibilidad a la oposición de manifestarse, pero todo esto cambio gracias a la crisis de 1982.
Con la inestabilidad económica vuelven a aparecer los sindicatos abolidos y comienza una apertura de la política hacia la oposición. Las huelgas vuelven a aparecer en las calles, con paros y manifestaciones en contra del gobierno. Los militares comienzan a ceder en los ámbitos civiles y una clara muestra de esto es le nombramiento de Onofre Jarpa como ministro del Interior, que era un partidario de volver a la democracia.
Augusto Pinochet empieza a ser más flexible, aunque la represión se mantiene en las calles. Vuelven muchos exiliados y disminuye la censura de prensa, lo que es claramente un paso gigante de los civiles, porque la oposición puede volver hacer campaña.
Debido a la crisis en el ámbito civil se da un fenómeno contrario al acontecido en los primeros años de la dictadura. Una derecha unida junto a los militares, se comienza a separa, debido a que muchos personeros comienzan a pedir una evolución más rápida hacia la democracia, lo que genera divisiones entre una derecha más dura unida con los militares y una derecha más blanda, de donde se desprenderá Renovación Nacional.
Por otra parte, la izquierda vive un proceso contrario. Con una apertura de los ámbitos civiles por parte de los militares, vuelven muchos exiliados. El socialismo comandado por Altamirano desde Alemania, vuelve renovado y se encuentra con una Democracia Cristiana más flexible a la hora de conversar. Comienza una unidad por parte de estos dos partidos, que no tiene otro objetivo que derrocar a Augusto Pinochet y ya no hay ideologías que separen este deseo. Además, el partido Comunista había comenzado su propia lucha con el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, los que estaban destinado a generar actos terroristas y crear una resistencia armada en contra de la dictadura militar.
Debido a la crisis comienzan las presiones más fuertes en el ámbito cívico, donde se le empieza a pedir a Augusto Pinochet una salida pactada, que deje el gobierno, llame a una asamblea constitucional y reforme la constitución. Es acá donde se empieza a sembrar los primeros avances en busca del gran objetivo y que era volver a la democracia. Esto se cumpliría en 1988, cuando una notable campaña del NO daría como ganador a la coalición de partidos en favor de la democracia y luego llegaría a la presidencia con Patricio Alwyn.

Protestas y Represión




Con la crisis económica desatada el pueblo decide protestar y hacer notar su molestia. La oposición estaba reagrupándose y aparecían grupos armados dispuesto ha hacerle frente al gobierno. Las dos protestas grandes que se iban a producir en 1983, van a tener una fuerte represión, causando la muerte de 28 personas y muchos detenidos.
La primera protesta se lleva a cabo el 11 de mayo de 1983 y fue liderado por el cobre y las universidades, sumándole un caceroleo gigantesco, bocinazos en caravanas y toma de las calles céntricas de Santiago. Hubo agresión por parte de la policía, donde dos personas murieron y otras 600 fueron detenidas. Luego de esto se allanó la radio Cooperativa y se censuró. Además, se atacaron cinco poblaciones. El ambiente en los siguientes meses fue totalmente agresivo y violento. Se detuvieron y relegaron a diferentes dirigentes sindicales y políticos. Hubo toques de queda, bombazos, autos no identificados que disparaban a manifestantes, barricadas, redadas y apagones de luz a nivel nacional. El ambiente era preocupante y va a llega a su cúspide el 11 de agosto del mismo año. En ese día, se nombró a Onofre Jarpa como ministro del Interior y junto con la propuesta de “dialogar”, se invadió Santiago con 18 mil soldados, lo que acabó con un saldo de 26 personas muertas, en dos noches de protestas.
En 1982 se había vuelto a reagrupar el MAPU y el FPMR había aparecido como grupo terrorista, lo que generaba aún más peleas dentro del país. El brote de una oposición fuerte se refleja con el “Manifiesto Democrático”, suscrito en marzo de 1983, por los opositores al gobierno, que exigía la renuncia de Pinochet como un acuerdo nacional amplio.
La represión dejaba de ser un arma viable y sólo generaba más violencia, por lo que el gobierno se ve obligado a ceder. El problema de una insurrección genera acercamiento entre el régimen militar y la oposición más moderada.
Las manifestaciones adquirían un tono anárquico, pero hubo dos hechos que van a favorecer al gobierno y que son el hallazgo de armamento en Carrizal en 1986 y el ataque del Cajón del Maipú por parte del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) en contra de Augusto Pinochet, lo que marcará el ocaso de la vía armada.
El pánico de una vuelta atrás en el ámbito político va a apoyar la idea de un plebiscito, en vez de una salida negociada. Además, calma los ánimos el hecho de que la economía se estaba estabilizando con Hernán Büchi de ministro de hacienda.

jueves, septiembre 22, 2005

Consecuencias de la crisis económica en el ámbito Cívico-Militar




La crisis de 1982 va a traer grandes consecuencias para el gobierno de Augusto Pinochet. Debido a esto comienza a renacer la oposición. Se reabren los sindicatos, abolidos por Pinochet, vuelven las huelgas y los partidos políticos de oposición se comienzan a organizar.
Pinochet nombra como Ministro del Interior a Onofre Jarpa, el que está a favor de la democracia, lo que es un indicio a una apertura que se da en Chile. Vuelven muchos exiliados y disminuye la censura de prensa, lo que ayudará a hacer propaganda política en contra del gobierno.
El panorama político comienza a cambiar drásticamente, ya que se une la oposición y se divide la derecha que apoyaba al gobierno, entre los que querían seguir con el estilo autoritario y los que preferían volver a la democracia. El socialismo de Altamirano, que estaba en Alemania, logra juntarse con la Democracia Cristiana que se mostraba más flexible en temas ideológicos, creando así la “Alianza Democrática”. Además, el partido Comunista continuaba su lucha contra el gobierno a través de la vía armada. La derecha en cambio se separaba con la creación de “Renovación Nacional”, los que eran claros partidarios de la democracia y le piden a Pinochet una asamblea constitucional que reforme la constitución del 80´ y crear una salida pactada de Augusto Pinochet del mando.
Al no ver una respuesta positiva, comienza la campaña para el plebiscito del 88´, donde se basa en una fuerte propaganda que denunciar las violaciones a los Derechos Humanos y mostrar una imagen decaída de un gobierno, principalmente, por la crisis económica de 1982. La campaña fue excelente a modo publicitaria, lo que llevó a la victoria del NO y la posterior elección de Patricio Alwyn en las elecciones presidenciales de 1989.
Esta crisis es el quiebre principal que existe entre el gobierno y los civiles y será la llave para poder abrir una puerta que estaba completamente cerrada por la represión. Las consecuencias fueron claras y de la caída del gobierno militar, que ha sido el más largo de toda la historia y que aún mantiene secuelas en la sociedad chilena de hoy en día.